23 . 12 . 2015
Llamas al timbre, tu primo te abre la puerta, dos besos a toda la familia, te quitas el abrigo, te sientas en la mesa y esperas el momento en el que alguien suelte el primer comentario que dé el pistoletazo de salida a la bronca familiar de la cena de Navidad.
Política, religión, rencillas personales… es muy fácil dejarse llevar y caer en la tentación, convirtiendo una agradable velada en una batalla dialéctica donde ya sabes de antemano que nadie va a convencer a nadie. Por eso mismo, porque te deseamos unas muy felices y pacíficas Fiestas, te vamos a dar unos cuantos consejos sobre qué decir y que intentar evitar una vez te sientas en la mesa.
Si no quieres discutir con el de tu izquierda o el de tu derecha, lo mejor es que evites hablar de política. De pronto la familia se divide bajo unas siglas y empiezan a defender a unos y atacar a otros; intentemos que esto no suceda. Haz una cosa, prueba a comentar lo bueno que está todo y saborea la tranquilidad.
Si hay un tema que puede levantar más pasiones (pero también más herencias) que la política, ése es el fútbol. Si vas a hablar de tu equipo, asegúrate que toda la mesa también siente tus colores; de lo contrario, la cena puede convertirse en un partido bronco y copero. Seguro que, tratándose de deporte, hay otras cuestiones que podéis abordar donde todo el mundo esté de acuerdo: La selección española, tenis, Fórmula 1, motociclismo…
En toda familia hay un primo o prima que cada año trae a la cena a una pareja distinta, haciendo ver que esa persona es la definitiva. Bien, si tanto se quieren, que así sea. No intercedas preguntando cómo se llamaba la chica o el chico que le acompañaba las Navidades pasadas. Será un momento muy tenso con consecuencias fatales para ti (y seguramente también para tu primo). Lo mejor es hablar de anécdotas familiares donde todo el mundo se ría por igual y ninguna parte se vea comprometida.
Si hay niños delante no rompas la magia de la Navidad. Prueba a hablar de lo bien que te has portado este año y de todo lo que le has pedido a Papá Noel y los Reyes Magos. A parte de dar buenas pistas a tu familia, ayudarás a mantener la ilusión a los más pequeños.
Y éstas son nuestras recomendaciones para intentar que “tengas la fiesta en paz”. A partir de aquí ya depende de tu paciencia. Y si al final sale uno de esos temas tabú y se desata la bronca, intenta que se solucione pronto y luego di que estas cosas pasan hasta en las mejores familias.
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