El trabajo. El reloj. Las tareas pendientes. Los emails. El reloj otra vez. El informe pre-reunión. La reunión. El informe post-reunión. El reloj una vez más. La casa. Los mails. Los niños. El perro ¡El reloj de nuevo!
En un momento en el que la información, las redes sociales y la velocidad marcan nuestro día a día, no es de extrañar que notemos que nuestro nivel de acelerón interno, en ocasiones, no nos deja ni dormir, ni disfrutar tranquilamente, ni siquiera leer un buen post sobre los beneficios del Slow Food con la calma y el deleite que ese momento se merece. 😉
Vaaaaaaaaaaaamos… a innnnnnnntennnnnnnntar… relajarrrrrrrrnos un poquiiiiiiiiiiito…
Pongamos algunos puntos suspensivos sobre este instante, porque en la era del fast food, ha nacido un nuevo movimiento, uno internacional, que merece unos segundos de silencio: el Slow Food.
Slow Food, qué es y cómo puede ayudarte a vivir mejor.
El Slow Food surge como respuesta a la comida estandarizada, en la que el gusto pasa a un segundo plano y prima el servicio rápido, globalizado y procesado. Esta nueva filosofía, por contra, combina el placer, la calidad culinaria y el respeto medio ambiental.
Es decir, si eres de los que te encanta comer bien y saborear el instante en cada bocado, recreándote en el momento presente, en la persona con la que compartes un encuentro o en la textura de cada alimento, súmate al movimiento slow.
¿Sabías que comer despacio tiene muchos beneficios?
Empezando por los físicos, masticar la comida durante más tiempo mejora la digestión, facilita la salivación contribuyendo a nuestra salud dental, e incluso ayuda a no engordar, ya que mantiene al metabolismo activo durante más tiempo.
Mentalmente, ser un hedonista del paladar ayuda a relajarnos y a cuidar nuestros ratos en la mesa regalándonos un valioso instante en el que poder ampliar nuestra cultura gastronómica. Es la ocasión en la que dedicarle atención plena al momento, casi como si al masticar ejercieses una meditación consciente.
Y si por casualidad se te ha ocurrido la desbaratada idea de estar leyendo este post en el móvil, mientras picas algo en el metro, antes de entrar a la oficina ¡¡espérate a dar el siguiente bocado!!
Te invitamos a practicar el slow food, ¿por qué no, con tus Velarte favoritas? Siente todo su sabor, su calidad artesana al morder, su textura… Si de normal están exquisitas, ¡ya verás como así, parecen de otro mundo!
¡Carpe diem a la comida! Y mmmmmh….. Que se pare el tiempo… 🙂