Con las vacaciones de Pascua vuelven las monas, los huevos de colores y los cachirulos. La tradicional “tarara”, y compartir días en plena naturaleza.
Por ello es una festividad de carácter popular y campestre, y en cada territorio hay una identidad cultural con tradiciones distintas. La Comunidad Valenciana es prueba de ello, que siempre respetando las celebraciones religiosas, ha desarrollado algunas costumbres independientes al rito eclesiástico.
Una época del año de tradiciones, que se celebra en compañía de amigos y familiares, y donde nos alejamos de la ciudad, para disfrutar del buen tiempo en la playa o montaña. Y en Valencia disponemos de lugares con mucho encanto para ello. El Parque de Cabecera, que es idóneo para pasear, o el Parque Natural de la Albufera, donde podemos subir en barca y ver uno de los mejores atardecer de nuestra comunidad. Y para los más pequeños tenemos algunas ideas como recorrer el cauce del Río Turia, o visitar el Museo de la Horchata.
Tradiciones que han sido traspasadas de mayores a pequeños, y que todavía seguimos conservando. Hacer volar el clásico cachirulo es un pasatiempo histórico y, a día de hoy, elegido por millones de niños en todo el mundo. Lanzar al aire la cometa, aprovechar la brisa de abril, y con un poco de destreza mantenerlo lo más alto posible. Y como tradición, se celebra en la Playa de la Malvarrosa la 20 edición del Festival Internacional del Viento “Ciudad de Valencia”, los días 22 y 23 de abril.
El cielo se llena de impresionantes cachirulos, y cientos de personas se reúnen para empinar el suyo, con el viento de Levante a favor. Distintas formas y colores que convierten el cielo de la playa de Valencia en un verdadero espectáculo para disfrutar en compañía.
Y tras hacer volar nuestro cachirulo, la costumbre es comer junto a los amigos y familia, la mona de Pascua. Esta tradición simbolizaba el final de la abstinencia impuesta por la Iglesia. Pero hoy en día es un alimento que acompaña estos días festivos. Es cierto que durante todo el año podemos consumir el “pan quemado”, pero es en Pascua cuando se elabora este típico pastel, que hecho de su misma masa, es adornado con anisetes de colores y un huevo duro con la cáscara pintada.
La merienda de los días de Pascua, que se asocia a la llegada de la primavera, es un alimento típico en muchas regiones de España. Además, el huevo cocido que suelen incluir, tiene un ritual un tanto incómodo para aquel que tenemos al lado. Se trata de romperlo sobre la frente de alguien para poder abrirlo. Así que, mantente alerta, y ante todo, disfruta de estos días en familia.
¡Felices Pascuas!
